Sobre cosa de las 12:30 horas, llegamos al hotel, una simpática recepcionista, nos abrió las puertas del garaje donde íbamos a olvidarnos por un dia de los coches.
Una vez agilizado la documentación en recepción, nos fuimos a poner algo más cómodos para inmediatamente irnos a almorzar.
¡¡¡UUUMMMMMM, que bueno!!! Es lo que exclamaban algunos socios (jejeje). Solo de estar en un espléndido hotel entras a la comida con unas ansias tremendas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario